En Tiempos de Aletheia

¿Adónde vamos?

España es mi país pese a todos los vicios que tiene impropios de una nación, a que sufrió más quemaduras que la paleta de un churrero, y a que, a base de esfuerzos, logró alcanzar la convivencia entre los españoles en tres períodos, uno de los cuales, fue la Guerra de la Independencia, por poner una fecha.

España, nuestro país, ese que hizo el ridículo con aquel plan milagroso, llamado Plan Marshall el cual nos iba a sacar del más vergonzoso analfabetismo, acabar con sistemas de trabajo de régimen feudal, crear puestos de trabajo y dar ayudas millonarias. La realidad fue muy distinta pues España fue la única nación europea excluida del famoso plan, por varias razones. La principal arrimar la ascua al nazismo, antes, en y después hasta que se convencieron de que el eje perdería la II Guerra mundial. Además, el régimen dictatorial, la falta de libertades, prohibir el libre sindicalismo y muchas más casi todas de tipo político y el régimen de autarquía y proteccionismo del franquismo. En una visita sin trascendencia alguna en la que el mandatario americano aterrizó en Torrejón de Ardoz. Entonces, cómo no podía ser menos, Franco le ofreció un ágape en el Palacio de Oriente. Teniendo en cuenta que Ike era un generalísimo de EE. UU al mismo tiempo que jefe de la Casa Blanca, Franco se vistió de militar con toda la chapa disponible. Parecer ser que al aparecer el presidente Eisenhower con elegante smoking, Franco quedó fuera de la onda, lo que pagó Castiella, ministro de exteriores. Cosas de la vida. El presidente norteamericano actuó al comienzo de la visita con mucha palabra lisonjera pues tenía enfrente al guardián de la reserva espiritual de Occidente. El verdadero bastión anticomunista de Europa. Fue por ello que Eisenhower nos metió en algún que otro organismo donde tenía entrada cualquier país. Con anterioridad los EEUU ya nos habían obsequiado, me imagino con buena voluntad, con el envío de una especie de masilla salada que no comían ni las moscas junto con un brebaje que parecía y sabía a polvo de tiza revuelto en agua, mediante un ritual que comenzaba a las 11 de la mañana y en el que los docentes hacían el reparto de aquellos, decían alimentos, con la mayor equidad posible.

La España de aquella época poco le debe a los países europeos. Fueron muchos años de malvivir, bajos salarios, digo bajos salarios refiriéndome a todo tipo de trabajador, funcionarios, clases pasivas, militares, guardia civil, fuerzas de orden público, docentes, etc., ningún derecho social ni laboral, mucha emigración, de españoles hacia Europa hasta 1975 en que falleció Franco. Como en alguna ocasión dije fue la Generación Silenciosa (Silent Generation), nacidos en mitad la década de los años 20 hasta final de la década de los 40 quien luchó, trabajó sin horarios por salarios de hambre y una jornada semanal mínima de 48 horas y quien, sin lugar a duda, levantó este país, con una dictadura, en toda regla, gobernando.

Y ahora que tendríamos que estar disfrutando con tranquilidad de la vida recibimos insultos y desprecio porque ninguno de los pensionistas o la mayoría de nosotros no hemos pagado ni la mitad de lo que percibimos. Sr. Solchaga cuando se dirija a un colectivo y más en un lugar donde se celebran fórums cada tres por cuatro a los que, asisten como invitados de honor trabajadores de ingresos mensuales aproximadamente de 600,00 €, ¿o no asisten?; con la mayor humildad, se le aconseja que hable con más propiedad: nosotros no hemos pagado, hemos cotizado, diferente es a pagar. Cotizar es hacer aportaciones periódicas, en este caso, a la Seguridad Social con el fin de asegurar contingencias futuras como puede ser la jubilación, cuyo derecho lo garantiza el artículo 50 de nuestra Carta Magna que dice: Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad… Sin embargo, ud, Sr. Solchaga  protagonizó primero el desmantelamiento industrial y poco después con la Ley de Pensiones de 1985, incrementó los años de cotización pasando de 10 a 15 para percibir una pensión y amplió de 2 a 8 el cómputo para el cálculo de la misma, hecho propio de un partido obrero  progresista… Y es que, además, conculca el citado artículo 50 defendiendo la no actualización de las pensiones públicas. “De bien nacido es ser agradecido”, y ud. con estas “perlas” que soltó, da la impresión de vivir al margen de los trabajadores en toda su extensión y en el más claro significado de la palabra. No es de buen gusto su actitud, pues desempeñó importantísimos cargos políticos con nuestros votos. Y es que parecen ustedes emires en reinos de Taifas y “solo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena”.

Continuámos con otro increíble apartado y digo que se ha desmadrado un poco mucho esto de vivir de la política y hay que enviarles un recordatorio sobre su comportamiento de auténtica verdulería. Cuentan chistes y tienen la desfachatez de reírse, cuando miles personas de la casta de gente corriente han fallecido, contraída la afección del covid-19 y siguen después de dos meses debatiéndose entre la vida y la muerte. Y basta ya de ultrajar la soberanía del pueblo, la voz del pueblo: el Parlamento.

Nuestro país soporta el mantenimiento de más de 400.000 políticos, situación que, a todas luces, la vemos como una carga que las arcas públicas, con tanto peso, se hundieron y, pese a ello, nadie mueve un dedo. En este punto hago la salvedad de que, cuando hablo de políticos, no me refiero a los gestores de pueblos, villas, localidades, lugares y entidades menores. Digo esto porque la mayoría de estos ediles no viven de la política, trabajan de mañana a la noche, si es necesario, y no tienen horario, ni perciben salario de la Administración.

Aclarado el punto, continuamos con la hoja de ruta que desde hace cuarenta años, un conjunto de sabios opinó que los políticos de élite tenían que ser muchos porque era una forma de que fuesen menos las personas corrientes que protestarían. Es por ello que para lo que fuera de su interés con una mirada retrospectiva consideraron como ideal el número de diputados, senadores, letrados, personal del Consejo de Estado, asesores de asesores, responsables de pasar notas por debajo de la mesa o silla, al capitán del equipo, etc., etc., sin incluir los traductores de las cámaras, autonomías y demás entidades de alcurnia, de siempre. Si hace 100 años había 500, pues ahora 700 porque es más la población, aunque no se tomasen notas con taquigrafía manual ni se escribiese con pluma de avestruz. Me parece bien que en las autonomías se hable lo que quieran. Pero que la autonomía exija el habla autóctona de la misma para acceder a un puesto de trabajo, no lo comparto. Entiendo que el idioma de un país o nación, o lo que decidan que sea, es único para todos los ciudadanos de ese Estado, con independencia de la cooficialidad, pero siempre un escalón más abajo.

Continuamos repasando apuntes, y es que en ocasiones importes de partidas que hemos visto y parecen de otro planeta pues con tanto dígito no puede informar correctamente la calculadora. Y es que aquel grupo de sabios procuró que en el tejado no hubiese goteras y para ello se pusieron ellos mismos el salario, disposición que se llevó a Las Cortes y se aprobó sin un solo voto en contra. Faltaría más.

Ahora pasamos al capítulo de personal en la Unión Europea, embajadas de alguna autonomía a lo que tenemos que adicionar personal trabajando en duplicidad de competencias, y por muchos que sean los años que pasan en esta situación, siguen existiendo. Es más , dicen que en algún lugar son hereditarios los puestos. Me refiero a las Diputaciones Provinciales, Forales de un abanico de aquí me lo den todo. Y así, paso a  paso, llegamos al  río, al mar, a las piedras, etc. Las diputaciones con cientos de años de existencia. Tenemos también técnicos de aguas, salada y dulce, Guardas forestales, Caza y Pesca, Cuencas hidrográficas, Cuencas históricas, Guarda ríos, Costas, etc., etc.

Entramos ahora en el cementerio de elefantes, con 266 sillones en el Senado, donde descansan los tótems de la política que fueron cargo en partido o departamento político. Lo que es más costoso de digerir es que si ahora la jubilación anda por los sesenta y siete años, hubo senadores con más de setenta años ocupando asiento. ¿Con qué fines? Aguantando el chaparrón como campeones. Dentro de la variedad de especímenes que nos presenta el abanico, tenemos a los miembros de un partido X que no salió elegido, en vez de dedicarse a su profesión anterior, como algunos hicieron, esperan a que el partido les envíen a un buen retiro.  El Senado fue una decisión de la reina Regente María Cristina al hacer Las Cortes bicameral, una de próceres del reino y procuradores del reino, reservada a nobles y jerarquía eclesiástica. Un tiempo después pasó a llamarse Senado. En 1931, con la II República esta cámara fue suprimida por votación. Hoy día no se entiende con claridad la función exacta del Senado. Es un organismo de segunda lectura, con muchas limitaciones. Si esto es así por qué no se suprime junto con Diputaciones de todo tipo y los organismos públicos que no se preocupan lo suficiente de los ciudadanos que, en teoría, representan.

De lo que no cabe la menor duda es que estos organismos: Senado, Diputaciones provinciales, Forales, regímenes especiales de Tributación, y otros muchos políticos, sobran. Hay que pensar en los 8.131 municipios que existen en España, desde menos de 500 habitantes, de entre 500 y 10.000 habitantes y de más de 10.000. Suma y sigue con diputados autonómicos y que cada uno (o el grupo parlamentario) cuenta con 5 asesores vinculados a la autonomía. Si a esto adicionamos los gobiernos de estos organismos, cada uno con diez o doce consejerías formadas por consejero, vice, cuatro secretarias generales y unas diez o doce direcciones generales, donde tenemos que añadir, tres asesores para cada uno de los puestos resultantes que debemos incrementar con personas pertenecientes a institutos, agencias y sociedades públicas donde tienen su puesto de trabajo unas 20 personas por cada sociedad, departamento,  consorcio, etc., vinculadas a la política, sin contar los amigos enchufados, tráfico de  influencias, etc.

A nivel estatal, más de lo mismo: 350 Diputados, 266 senadores, 4 asesores por cada uno; 20 ministerios, con ministro, secretarios de estado, directores generales, asesores de estos a los que debemos adicionar personal de agencias, institutos, sociedades.

Muchos números para asumirlos de una vez. Estoy de acuerdo, pues aún faltan embajadas, consulados, jefaturas de estado, emérita y en activo. En fin, las cifras son mareantes y, pese a ello, España se consolida como el país de la Unión Europea donde más políticos cobran nómina de la Administración, de cualquiera de las tres. Y esas 400.000 almas significa un capítulo de salarios con un total delirante. Con lo cual, hay que terminar de una vez por todas, pues cuando se trata de un currante normal que solicita o reclama sobre su incapacidad, jubilación o café con leche, le llueve por todos lados. Ponga el NIF y la fecha de nacimiento 10 veces, por ejemplo, y hay que callar y ponerlo. Igualito que hacen con sus salarios que se incrementan en unos porcentajes ridículos. Que tengamos que oír esto hace que por los oídos te salga humo. Y no se confundan. El arte de ponerse su salario solamente lo practican ellos. De esta forma se sienten más motivados. El resto de los mortales se guía por la hoja de ruta de siempre: para ti el 0,25% y para mí que soy el que parla, el 8% de aumento. Además de toda una burla que hacen al decir que el esfuerzo tiene que ser de todos. Fíjate que en Las Cortes bebemos agua del grifo. Eso sí en vaso y servilleta de tela.

Bien. Llegados a este punto para darnos moral, algunas estimaciones, informes, estudios, y whatsapp de un amigo giornalista, la squadra italiana nos sigue en segundo lugar de la clasificación, pero a muchos minutos de nosotros. Tiene 200.000 nóminas menos de la Administración que nosotros: unas 205.000. Francia con más o menos las mismas que Italia: 200.000. Y llega Alemania con poco más de 100.000 personas.  A tener en cuenta que Alemania tiene un grado de descentralización infinitamente superior a España.

Aproximaciones fiables nos indican que:

  • Alemania por cada 800 ciudadanos tiene un cargo político
  • Francia por casa 350 habitantes tiene un cargo político.
  • Italia por cada 330 ciudadanos tiene un cargo político.
  • España por cada 116 ciudadanos tiene un cargo político. Súmenle pagos de rentas de alquiler de inmuebles, etc, etc.

LA SANIDAD, LA EDUCACIÓN Y LA INVESTIGACIÓN NO SON GASTOS SON INVERSIONES.

 

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